El tema principal de este blog es la salud, pero con una perspectiva amplia, incluso nos hemos permitido hablar de la salud económica, como puedes ver en el índice. El planteamiento es sencillo: exponemos conceptos y teorías, muy bonitos sobre el papel (o la pantalla), pero… ¿qué ocurre a la hora de la verdad? Es momento de comprobar las teorías, y más después de estos tiempos que nos ha tocado vivir.
Hemos presentado dos estrategias de inversión bastante reconocidas en los círculos económicos, la inversión en fondos de gestión pasiva, con diferentes niveles de tolerancia al riesgo y la cartera permanente, la inversión todoterreno diseñada para las distintas situaciones económicas que se puedan presentar. Comprobemos qué tal lo han hecho.
Contexto – Desde el año 2020 a inicios de 2022
Han sido tiempos convulsos… Algunos de los hechos más significativos son:
2020
- Inicio de la pandemia COVID-19
- El Reino Unido deja la Unión Europea (Brexit)
- Declaraciones de estados de alarma y confinamientos de población. Paralización de la actividad económica
- Caída del precio del petróleo a niveles negativos
- Inicio de la vacunación masiva frente al COVID-19
2021
- Ocupación del Capitolio de los EEUU
- Aparición de nuevas variantes del COVID-19
- Colapso del tráfico de mercancías al bloquearse el canal de Suez
- Incremento del precio de la energía e inflación
2022
- Invasión rusa de Ucrania
- Los precios de las materias primas, energía y alimentación se disparan. El IPC se incrementa en un 10%
De forma obvia, intentaremos comprobar la resistencia de estos sistemas de inversión en contextos económicos caóticos, con crisis sucesivas, como son los vividos en estos últimos años.
Qué comparamos y cómo lo consideramos
Con la crisis económica ya asentada, veremos la evolución del comportamiento desde 2021, por medio de los siguientes indicadores:
Cartera permanente, detalle de la simplificación:
- Para representar la inversión en oro, se considera la evolución de su precio ponderado al 25%
- El 25% de la ponderación se asocia a la renta fija sigue la evolución del bono alemán a 10 años
- Para la Renta Variable Europea, se asigna otro 25% a la evolución del Eurostoxx 50
- Respecto a la liquidez, dejamos el 25% restante en efectivo con una rentabilidad del 1%
Renta Variable, por simplificar, se toma la evolución del Eurostoxx 50
Evolución del IPC, que representa la pérdida de poder adquisitivo y que en la vida real minora los potenciales beneficios.
Como se observa, es una aproximación muy simplista, pero permite mostrar las tendencias, ya que:
- No se puede crear una Cartera Permanente de forma directa, se utilizan “vehículos” o productos de inversión que intentan representar de la forma más fiel posible los comportamientos del indicador seguido.
- El producto de inversión utilizado para la Renta Variable más habitual es el Fondo de Inversión Indexado (gestión pasiva) que intenta reproducir el comportamiento del indicador objetivo.
- En ningún caso están incluidos los gastos de gestión ni se rebalancea la cartera
La prueba del algodón
El siguiente gráfico muestra el comportamiento “bruto”:
Conclusiones
La Renta Variable se ha comportado mucho mejor que la Cartera Permanente. En el contexto del crecimiento acelerado de la inflación que tiene lugar a finales de 2021, la Cartera Permanente pierde su rentabilidad.
En la situación combinada de alta inflación y crisis económica, que es la ocurrida desde febrero de 2022, la renta variable consigue mantener el tipo, ahora bien, ¿seguirá así en el futuro? El tiempo lo dirá.