En esta entrada presentamos la nutrición desde otro enfoque: a los seres humanos, por nuestra fisiología, nos engordan los carbohidratos y no las calorías. Este planteamiento se fundamenta en el trabajo de toda una vida desarrollado por el Dr. Rodríguez (web). En él, va más allá, buscando en la psicología la causa que perpetúa la malnutrición (que se traduce en sobrepeso en la mayoría de los casos).

Esta hipótesis no surge de modelos de informáticos o ensayos de laboratorio, sino que se basa en la experiencia y las pruebas realizadas personalmente por este Doctor.
¿Cuál es el origen de los efectos psicológicos?
Tradicionalmente, se asume que estos efectos surgen con la aparición del sobrepeso: engordamos y aparecen las complicaciones psicológicas.
¿Y si, por el contrario, el sobrepeso fuese un mecanismo de defensa?
No hay aprendizaje más duradero que el surgido del error. El buen Doctor tenía la solución al problema de la obesidad mediante la reeducación alimentaria, y de acuerdo con la creencia establecida, la complementó con el seguimiento psicológico de los pacientes. Siguiendo los procedimientos médicos convencionales no consiguió resolver el problema a ninguno de sus pacientes (más de 600 en una década).
En cierta ocasión, una paciente le argumentó que un problema familiar la angustiaba de tal manera que le impedía seguir el programa marcado, llevándola a comer cosas no aconsejadas. Esta pista fue el germen de su teoría: un dolor mayor hace desaparecer a otro menor.
Como no podemos pensar en dos cosas a la vez, un problema o un conflicto importante hace “desaparecer” a los de menor importancia, incluso a la suma de varios de ellos. Así, lo llamó el Conflicto Eclipsante.
El mecanismo de defensa consiste en que, para sobrellevar los conflictos que no tienen solución y que nos enajenan, “creamos” uno superior que tape todos los demás, pero uno que “controlemos”:
- Sobrepeso => adelgazo en cuanto me cuide un poco…
- Tabaco, alcohol, juego y otras drogas => no me controla, lo dejo cuando quiera…
- Trabajo => es sólo esta época de sobrecarga…
Cuando esos conflictos tapados empeoran, del mismo modo debe crecer el conflicto eclipsante. En el caso del sobrepeso, se manifestará como un ansia por comer, pero no alimentos saludables, sino cosas que engorden.
¿Qué puedo hacer con mis conflictos?
Todos tenemos conflictos que no podemos resolver. Lo importante es qué hacemos con ellos: crear otro mayor que los tape o resolverlos.
La parte positiva es que, si conseguimos resolver esos conflictos subyacentes, automáticamente el conflicto eclipsante menguará. Es decir, en este caso no tenemos que trabajar en prioridad en lo que se ve, sino en lo que está oculto.

Hay dos vías para resolver los conflictos:
- Eliminarlos de raíz (ojalá todos fuesen así)
- Adaptarse y vivir con el conflicto: si no podemos cambiar la realidad, siempre podemos cambiar cómo la vemos y la afrontamos.
Conclusiones
En ocasiones, resolver los problemas que causan una alimentación inadecuada no es tan sencillo como retomar los correctos hábitos alimenticios que ya conocemos. Se puede dar el caso en el que, inconscientemente, nos saboteemos.
Hemos de abordar estas situaciones desde la perspectiva psicológica, ya que con este sabotaje se pretenden silenciar otros problemas que no conseguimos solucionar. Un ejercicio de introspección y análisis nos permitirá concretar qué dispara el ansia por comer y poder trabajar en su resolución. Es una tarea difícil, pero nunca es tarde para afrontarla.